La calificadora Standard & Poor´s le bajó la nota a largo plazo a varias provincias del país, entre ellas a Mendoza, para inversiones. La causa, un “deterioro del desempeño fiscal” y un “gasto de más del 50% de sus presupuestos en sueldos”. Las tendencias de todas las entidades calificadoras son negativas, manifestando crecientes desafíos fiscales, considerando que el marco económico local podría continuar deteriorándose, según esta calificadora.
S&P añadió que, espera un “deterioro significativo en el desempeño fiscal de las provincias durante 2012 dado que sus ingresos propios y correspondientes a las transferencias de coparticipación ya han sido afectados por la desaceleración de la actividad económica”.
“La elevada inflación está presionando los gastos, en especial los salariales, que representan más de 50% de los gastos de los gobiernos locales. Como resultado de ello, prevemos mayores déficits fiscales en la mayoría de las provincias en 2012”explica.
Diferentes analistas y economistas plantean ya un proceso de recesión en Mendoza y el país en general. “No hay riesgos de recesión, estamos en recesión” desalienta el economista Sebastián Laza, sin embargo Miguel Bein, otro economista, plantea “hay colegas que se apresuran a hablar de recesión definitiva; esperemos un trimestre más al menos”, haciendo referencia a que el método más difundido para saber si hay recesión o no, cuando hay dos o más trimestres consecutivos de caída del PBI, escenario que aún no a acontecido.
Una forma de solucionar esto según los grandes economistas, es a partir de ocuparse seriamente de la inflación, a la vez de reducir el atraso cambiario, eliminar las trabas y generar certidumbre para el mercado.
S&P es parte de las grandes agencias de rating a nivel mundial, sobre las que recaen duras críticas por su papel en la crisis de la deuda, comparten entre sus accionistas a las grandes gestoras de fondos. Esta calificadora está investigada por la fiscalía italiana por haber cometido un supuesto delito de manipulación del mercado y uso de información privilegiada al rebajar la calificación de la deuda italiana a BBB+, sus accionistas de referencia entroncan directamente con la timba financiera y concretamente con la gestión de activos.
Se ve de este modo una incomprensión o una forma de evitar la discusión de fondo. Por parte de aquellos explicadores o como los que tenemos en la argentina. Un ejemplo de ello es el legislador Luis Juez y un grupo de legisladores cordobeses que presentarán en el Congreso de la Nación un proyecto para que la Nación les devuelva el 15% que se les retiene en concepto de coparticipación cada mes. Proyecto similar al presentado por el demócrata Omar De Marchi allá por 2006.
En una discusión de tan pequeña magnitud, donde puedan o no ser justas, las migajas que finalmente esperan recaudar para sus provincias, las cuales no representan un gran aporte a los presupuestos de dichos Estados, donde sus déficits resultan desbordantes.
Por qué no discutir un plan estratégico industrial donde, por ejemplo en Mendoza, una provincia minera sea la responsable de industrializar la materia prima extraída y no conformarse con solo el mero 3% de regalías que deja esta actividad. O sea, discutir en última instancia la reconversión de la renta.
En Argentina en general y en Mendoza en particular debe plantearse lo contrario a lo que se está planteando en Europa, donde hay despidos, donde hay pobreza, donde la indigencia sigue aumentando al igual que la desocupación. Ya algunos pasos se han dado, la recuperación de las AFJP, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la misma recuperación de YPF, etc.
En la Argentina sigue en vigencia la convertibilidad, del cual no se ha salido definitivamente. Los argentinos deben plantearse tipos de cambio diferenciales a los efectos de poder acompañar ese plan estratégico industrial, reconvertir esa renta en un proceso industrializador.
Estas son las discusiones que deben programarse desde la dirigencia política a los efectos de discutir las soluciones a las grandes problemáticas y no como estas grandes consultoras que plantean que el problema de los presupuestos provinciales es que el 50% se “gasta” en sueldos.
La provincia de Mendoza debe tener una visión en el marco de un plan estratégico industrial a nivel nacional donde pueda modificar su matriz productiva y entender que no puede ser una provincia destinada a la producción primaria o a los bienes y servicios.
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