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2 de septiembre de 2012

EL COMERCIO DE LOS GRANDES, CHICOS Y POBRES...

Se ha anunciado que para el año que viene el departamento de Guaymallén, el más grande a nivel poblacional de la provincia de Mendoza, tendrá cinco grandes centros comerciales y de servicios: Mendoza Plaza Shopping, Blas Shopping, Alto Dorrego Mall, La Barraca Mall y Las Cortaderas. Además del posible desembarco de “La Salada” o Shopping de los pobres como algunos le llaman, que ha generado escozor en los comerciantes mendocinos.





“La controvertida intención de instalar una versión mendocina de La Salada, no deja de generar voces en contra ya que a la posición de las cámaras y federaciones comerciales, se suma la de los puesteros que venden indumentaria en los persas del centro (…) La mayoría coincide en que el ‘Mega Polo’ que, el no menos polémico, Jorge Castillo, quiere ubicar en un predio del Mercado Cooperativo Acceso Este, perjudicará sus ventas y prácticamente dejará sin trabajo a decenas de familias que hoy viven de estos negocios (…) Por este mismo tema, ayer las cámaras empresarias pidieron ayuda a la Legislatura”, informó el Diario Los Andes días atrás.

La Constitución Nacional establece el derecho a ejercer el comercio, la industria y toda actividad económica lícita. Sin embargo, a diferencia de los pequeños comercios, los hiper y supermercados cuentan con facilidades para la venta a crédito, por medio de pago electrónico, además de ofertas especiales; sin contar con un potente aparato publicitario y generoso financiamiento.

“Guaymallén tiene algo que es espectacular y son tanto sus accesos directos hacia la ciudad y otros puntos del Gran Mendoza como el crecimiento de barrios y centros comerciales que se están dando en la zona”, definió Giménez Rilli, quien también contó que por este motivo cada vez más personas eligen este departamento para vivir.

A pesar de ello, las propiedades que están muy cercanas a este tipo de emprendimientos o que suman demasiado tránsito suelen desvalorizarse. "Lo que queda afuera de estos espacios no se revaloriza. La mayoría de las casas quedan deprimidas y como sitios residuales, a excepción de alguna que tenga proyección comercial", aclara Gerardo Montaruli, desde la Federación Argentina de Arquitectos.

Los lugares son los espacios antropológicos o vitales que favorecen las relaciones humanas, explica Marc Augé, un antropólogo francés. Los grandes centros comerciales no favorecen a estas relaciones humanas. En una encuesta realizada en el año 2003 en la Ciudad de Mendoza para medir el uso del espacio público por mujeres y varones, el 40% de los encuestados demandaba la necesidad de espacios deportivos.

En estos casos, es el Estado el que debería incorporar al análisis de un nuevo proyecto estas variables, faltantes en las evaluaciones empresariales pero fundamentales para que el Estado tenga la posibilidad de contar con una evaluación integral que nos proyecte sustentablemente hacia el uso que, como sociedad, deseamos hacer de nuestros espacios.

A pesar de ello, la regulación es escasa. El instrumento que tienen los municipios y el gobierno provincial para evaluar el impacto ambiental de estas obras es la ley 5.961, que determina que los espacios comerciales que superen los 2.500 m2 y las ampliaciones mayores a 1.500 m2 deben ser sometidos al procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental.

Un análisis sobre el impacto económico hacia los pequeños comercios de las zonas aledañas por parte del Estado es prácticamente nulo.

A falta de recursos propios para generar desde los municipios, políticas de reactivación económica y social, Guaymallén por ejemplo, llevó adelante políticas para atraer inversiones que reactivaran zonas deprimidas. El mejor ejemplo es el Mendoza Plaza Shopping.

Los Municipios deben contar con recursos suficientes para hacer frente a una serie de medidas a favor de los pequeños comercios, así tendrían la fuerza suficiente para defender al pequeño comercio en particular, pero también para aumentar la obra pública, y costear las políticas de creación de empleo, construcción de viviendas, más salud, cultura, desarrollo industrial, cuidado del medio ambiente, deportes, promoción de derechos, turismo.

Por medio de la reversión de la riqueza hacia su fuente primigenia, crecen las posibilidades de aumentar la democracia política y económica que engrandecería no sólo a los departamentos, sino a la Provincia y la Nación.

Se deben generar alternativas para lograr esto por una sociedad más justa. La dirigencia política es la encargada de encarar con decisión y firmeza el asunto.

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