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7 de septiembre de 2013

EL CASO SIRIA II


Tanto ayer como hoy, en un periodo de reorganización mundial como este, a partir de la crisis del sistema capitalista, es necesario ver como EE.UU. tenía y aún sigue teniendo la necesidad de atacar algunos países como en el Oriente Medio para prevalecer como principal potencia.



Ya vimos el caso de Irak en 2002, el de Libia el año pasado, atacando fundamentalmente a aquellos sectores que tenían grandes reservas de petróleo, que necesitaban fundamentalmente EE.UU. pero los países centrales en general para seguir manteniendo la calidad de vida ostentoso llevado hasta el momento.

Estamos viendo ahora que está latente la posibilidad de que haya una guerra en Siria, que responde también no solo a intereses del petróleo, Siria es fundamental en Oriente Medio por sus reservas de petróleo, sino que analizado desde la perspectiva de la geopolítica, es un lugar estratégico para controlar esta zona (véase Oriente Medio y el caso Siria).

"El pacto de defensa mutua entre Siria e Irán, sus fuertes vínculos con Rusia, la base naval rusa en sus costas. el avanzado armamento ruso en su arsenal, su proximidad a vulnerables rutas marítimas de petróleo, hacen de esta nación un catalizador perfecto para una catástrofe global. la guerra civil en Siria ya se está extendiendo a los países vecinos como Irak, Jordania y el Líbano. Y al examinar los hechos de manera objetiva, toda la guerra es producto de la acción encubierta por parte de los EE.UU. y sus aliados", explica Brandon Smith en su artículo publicado en el sitio SHTFplan Editor.

El ex gobernador demócrata por el estado de Nuevo México aseguró hoy que el Congreso estadounidense "va a dar su apoyo" a la moción del presidente Barack Obama para lanzar un ataque limitado contra Siria.
Israel y Estados Unidos realizaron ensayos misilísticos en conjunto sobre el Mediterráneo. La Casa Blanca coincidió con sus aliados israelíes y desestimó las reacciones ante el lanzamiento de los misiles, pese a la escalada de tensión en la zona.

En cambio, se concentró en continuar sumando apoyos clave dentro del Congreso estadounidense para autorizar un ataque contra el gobierno sirio de Bashar Al Assad, al que Washington acusa de haber lanzado gas sarín contra civiles sirios en una ofensiva que, según la oposición siria dejó cerca de 1.500 muertos en las afueras de Damasco el 21 de agosto pasado.

Todos sabemos que el principal aliado norteamericano es Israel. Sabemos que atacó Irak y que atacó Libia. Si ataca Siria, tendría un domino estratégico tanto por ser el camino por donde pasa la mayor parte de petróleo a nivel mundial, sino también porque esa zona estaría bajo su control.

Es por esto que resulta primordial reivindicar la soberanía nacional, enfrentarse a este intento (?) de ataque, y reivindicar y declarar la mayor solidaridad con el heroico pueblo sirio. Tan heroico que, como decía Fidel Castro, “están dispuestos a todo para defenderse del ataque de las potencias extranjeras”, a dejar hasta el último aliento para enfrentarse a los intereses del imperialismo.

Para que se de esta invasión, EE.UU. había pedido que en Grecia se le habilitaran dos de sus bases militares que ellos tienen instaladas allí. Obviamente, en Grecia, con FMI y Banco Mundial mediante, le dijeron que sí. Y debido a esto, los preparativos para el ataque ya están ultimados.

Este tema es tan importante debido a que mientras en Grecia tienen dos bases militares, en América Latina existen 76 bases militares, que custodian todos los recursos naturales como por ejemplo, la mitad de la biodiversidad y la mitad del agua potable del mundo, por no decir de los recursos minerales, los recursos alimenticios que tiene América Latina.

Es por eso que la importancia de la unidad en estos casos resulta imprescindible para enfrentar de algún modo a esas 76 bases militares dispuestas a todo para asegurar los beneficios y los intereses que tiene EE.UU.

Tanto Argentina, como América Latina, y en realidad muchos países del mundo que han sido o pretendido ser avasallados por este imperialismo, tienen una moneda que es la que quieren robarles. Que es la que hace el trabajo y el esfuerzo de todos los pueblos, no solo de América Latino u Oriente Medio, sino de todo el mundo. Y  Siria como pueblo, no está dispuesto a entregárselo. 

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