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1 de agosto de 2013

COBOS, EL CLARK KENT DE LA POLÍTICA MENDOCINA


“Como sabes, soy bastante aficionado a los cómics. Especialmente a los de superhéroes. Encuentro fascinante toda la mitología que envuelve a los superhéroes. Elijamos a mi superhéroe favorito, Superman. No es un gran cómic. No está especialmente bien dibujado. Pero la mitología… la mitología no es solamente grandiosa, es única. Uno de los elementos principales de la mitología del superhéroe es que hay un superhéroe y hay un alter ego. Batman es en realidad Bruce Wayne, Spiderman es en realidad Peter Parker. Cuando ese personaje se levanta por la mañana, es Peter Parker. Tiene que ponerse un disfraz para convertirse en Spiderman. Y es ahí, en esa característica, donde Superman es único. Supermán no se convirtió en Superman. Superman nació Superman. Cuando Superman se levanta por la mañana, él es Superman. Su alter ego es Clark Kent. Su traje con la gran S roja es la manta que le envolvía siendo un bebé cuando los Kent lo encontraron. Ésa es su ropa. Lo que lleva Kent -las gafas, el traje de negocios- es el disfraz. Es el disfraz que Superman lleva para integrarse entre nosotros. Clark Kent es tal como Superman nos ve a nosotros. ¿Y cuáles son las características de Clark Kent? Es débil… es inseguro… es un cobarde. Clark Kent es la crítica de Superman a toda la raza humana”.


En la pelicula Kill Bill Vol. 2, Bill, el personaje que interpreta David Carradine se despacha con este excelente monologo sobre el súper héroe Superman. Sin embargo cabe preguntarse, ¿somos los humanos débiles, inseguros, cobardes?
Preguntémoselo a nuestro Clark Kent de la política mendocina, que en 2008 votaba en contra del proyecto político del que formaba parte, traicionando con su voto “no positivo” a la soberanía popular. Exactamente 5 años después lo encontramos nuevamente en la UCR, manteniendo esta oposición y esperando cobrar una jugosa jubilación (de privilegio, cabe aclarar).

“Camina, escucha, propone. Es distinto a los demás, por eso es igual a VOS”. Así se describe a un Cobos en campaña para la sociedad mendocina que pretende una banca (se podría decir asegurada habiendo ganado las primarias partidarias) en Diputados, mostrando que los mendocinos somos como él.

Sin embargo, a diferencia de Superman, este personaje de cómic, es de carne y hueso y dista mucho de aquel que se levanta por las mañanas siendo el bueno de la película. De procedencia de “clase media” nacido en el Barrio Bancario de Godoy Cruz, allá por 1955, hoy es el representante de la NO política.

Mendoza, la de los andes infinitos, rodeada de gente dulce y que además puede acunar libertad, lejos está de aquel personaje de cómic inseguro, cobarde y débil que pretenden mostrar como uno más de los ciudadanos mendocinos.

Cabe señalar que esta visión de “humanidad” que tiene Superman, en realidad es la visión que el creador de la historieta tiene sobre la sociedad neoyorkina. Una sociedad frívola, consumista, cobarde, que necesita de súper héroes para sobrevivir a cualquier catástrofe (natural o financiera).


Cobos, este personaje al cual su esposa le dictaba sus discursos como gobernador de una provincia (aunque sin desmerecer a aquella mujer, simplemente siempre se espera escuchar lo que el Gobernador de la Provincia opina respecto de lo que pretende hacer y no lo que la mujer del Gobernador opina de lo que pretende que haga su marido); el cual ante una manifestación -no tan multitudinaria- le reclama, se desmaya (¡qué pensar si debe enfrentar manifestaciones con paros generales o una discusión con los grupos concentrados, con mayor poder político y económico que unas 200 personas!); de una “carrera política” signada por la traición (primero cuando fue Decano de la Facultad Regional Mendoza de la Universidad Tecnológica Nacional, luego cuando desempeño el cargo de Gobernador a su predecesor Iglesias y más tarde en la vicepresidencia, por nombrar solo algunas).

Cobos representa a la perfección Clark Kent, con todos sus defectos y virtudes (que como tal podría decirse que es un neoyorkino más). Sólo que no es alter ego de nadie. No existe ningún súper héroe disfrazado, es solamente ese personaje. Y para colmo de males, representa a una sociedad que no es la mendocina, ni siquiera se le parece. Ni por su composición social, ni por su idiosincrasia, ni por sus costumbre.

Es distinto a los demás, pero NO es igual a VOS, como sus publicistas pretenden hacer creer. No es cobarde, ni insegura, ni débil la sociedad mendocina. No son esas sus características.

Cobrar una jubilación de privilegio, no es para todos (la misma palabra lo dice todo, de PRIVILEGIO), representar a los grupos económicos por sobre los intereses de las mayorías tampoco es de buen mendocino ni argentino. Traicionar los principios y la confianza por la cual se lo ha votado tampoco lo es.


Teniendo en cuenta y habiendo descripto las cualidades de este personaje del cómic, sus “cualidades” y defectos, está en los ciudadanos mendocinos desenmascarar a este Clark Kent y descubrir que es sólo Clark Kent. No hay más que eso y que no viene a “salvarnos” de nada, simplemente salvarse él y los sectores que representa. 

Está en los mendocinos si esta historieta termina en agosto o octubre, o si sigue por cuatro años más. Continuará... ¿Continuará?

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