Buscar

8 de julio de 2013

¿POR QUÉ PROTESTAN EN TURQUÍA?


La capital turca se encuentra en un estado de tensión importante, debido a las movilizaciones que se suceden desde hace más de dos semanas, y la consecuente represión policial en el parque Gezi, epicentro de dichas protestas en contra del Gobierno de Erdogan.


Las movilizaciones que comenzaron en un principio como protestas para evitar que se demoliera un parque en Estambul -el parque Gezi-, con el objetivo de construir un centro comercial, terminó por convertirse en una rebelión política que se extendió por todo el país.


La policía turca custodia la céntrica plaza Taksim y el colindante parque Gezi. Cualquier persona que se encuentre allí (en Gezi y Taksim) será considerada por el Estado como miembro de una organización terrorista, aseguró el ministro turco de Asuntos Europeos, Egemen Bagis, escalando aún más la tensa situación.

Las huelgas convocadas por los principales sindicatos, que son la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Públicos (KESK) y la Confederación de los Sindicatos Revolucionarios de Trabajadores (DISK) fueron apoyadas por los colegios profesionales: Colegio Oficial de Médicos de Turquía (TTB) y la Unión de Colegios Oficiales de Ingenieros y Arquitectos (TMMOB).

En un comunicado conjunto, las agrupaciones pidieron cambios en el "estilo autoritario" de Erdogan y que el gobierno garantice la preservación del parque Gezi en Estambul, cuya futura demolición para construir un centro comercial fue el origen de las manifestaciones.

El analista Wilfredo Amr Ruiz explica "Erdogan se siente amenazado y todo lo que pueda distraer la atención del problema doméstico de orden mayor que tiene, de esa insatisfacción de la oposición ahora manifestada popularmente y masivamente a través de toda Turquía, es un problema del que quiere desviar la atención".

En este sentido "son muchas las cartas que está jugando el primer ministro para desviar la atención", subraya y entre ellas destaca "la internacionalización del conflicto sirio como manera de desviar la atención del problema real de desgaste de poder que tiene Erdogan", así como del problema de los sectores seculares del país que "se sienten amenazados porque perciben una creciente islamización de Turquía", dice.

Sin embargo para Washington, quien ha llamado a “calmar la situación” a todas las partes en Turquía, resulta sustancial que el conflicto no avance, y que en las próximas elecciones - previstas para marzo próximo-, continúe la actual línea, aliada de Estados Unidos.

La importancia de Turquía en el esquema geopolítico en Oriente Medio para EE.UU. es más que significativa. Teniendo en cuenta que la reserva de petróleo a nivel mundial se encuentra en Oriente Medio y los países centrales (principales consumidores) deben abastecerse a bajo costo.

EE.UU. y sus aliados necesitan imperiosamente  vigilar y controlar los potenciales yacimientos de crudo y las rutas más importantes de los mismos.

El ejemplo es Siria: la CIA ha utilizado las bases secretas localizadas en territorio turco para abastecer de armas y municiones a los mercenarios sirios que quieren derrocar a Bashar Al Assad, principal aliado de Irán en la región, según han informado periódicos internacionales.

Volviendo al orden interno, el ataque al campamento de Gezi los últimos días dejó claro que el primer ministro tiene la intención de intensificar la polarización en Turquía para las próximas elecciones en 2014.

Pero pensar que el detonante de notable manifestación sea un proyecto del gobierno de demoler un parque para construir un centro comercial, sería, al menos, ingenuo.

No se protesta contra un "estilo autoritario", sino contra los ajustes liberales de Erdogan, sostenidos con una feroz represión al pueblo, que se combina perfectamente con el sometimiento turco a Estados Unidos e Israel.

Ya Erdogan ha abandonado su máscara de "demócrata musulmán"; y ha desplegado, junto a los "Hermanos Musulmanes", la violencia estatal para sustentar una política colonial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario