El instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC)
publicó un informe, al cual se tomo como un modo más de denostar al Gobierno
Nacional desde los grandes medios de comunicación, que manifiesta que una
persona necesita entre seis y siete pesos para poder vivir (por encima de la
línea de indigencia).
En el informe1 publicado por el ente el costo de
la Canasta Básica Alimentaria (CBA) utilizada como parámetro para establecer el
umbral de indigencia, se ubicó en 688,37 pesos para una familia compuesta por
una pareja joven con dos hijos chicos (de ocho y cinco años), con un incremento
de 0,9%. A partir de esa misma CBA se obtiene la Canasta Básica Total (CBT) que
se utiliza para medir la pobreza. En tanto, el precio de la CBT, que además de
la información nutricional incorpora indumentaria y transporte, mostró un alza
del 1,4%, para quedar en 1528,57 pesos para el mismo núcleo familiar.
Más allá de verificar si realmente una familia tipo puede
vivir con esta cantidad de dinero por día como se encargan los medios serios de comunicación,
intentaremos ver un poco más allá y encontrar algunas aproximaciones de la
generación de inflación y la falta de productos baratos en las góndolas (o en
el mejor de los casos en el almacén del barrio) y sus posibles soluciones.
Si comparamos los segundos trimestres de 2010 y 2011 el índice de obreros ocupados creció un 3%, en tanto entre iguales períodos de 2011 y 2012 la velocidad de crecimiento del indicador se redujo casi a la mitad, 1,7 por ciento2. Estos números también están respaldados por la información del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Si analizamos la cadena de consumo como nos enseñarían en
cualquier clase veríamos algo así: (producto leche) productor, transporte,
proceso productivo –empresa–, transporte, almacén, consumidor. No obstante esta
cadena no es siempre así y suelen haber más intermediarios. Sin embargo,
analizándola de este modo esquemático, podremos ver que los productos están
concentrados tanto en la producción como en la distribución y oferta del mismo.
Vale decir, monopolio u oligopolio (situación de mercado en que la oferta de un
producto se reduce a uno o varios vendedor/es)3 y monopsonio u
oligopsonio (situación comercial en que hay un solo comprador para determinado
producto o servicio)4.
Veamos el ejemplo de uno de los productos más consumidos
como es el aceite. El 80 % de este producto lo producen dos empresas: Molinos
Río de la Plata y Aceitera General Deheza. Por otro lado seis empresas manejan
el 85% de la ventas y las tres primeras, el 70%.
Si a esto le sumamos el traslado, que hoy en día está
determinado por el transporte en cucharita, vemos el encarecimiento innecesario
de estos productos y servicios.
El Estado debe tomar medidas sobre la disolución tanto de
los monopolios como de los monopsonios, que constituyen una situación comercial
en la que hay un sólo comprador para determinado producto o servicio y un solo
vendedor que ofrece ese servicio o producto.
Sin embargo desentramar esto no es tarea sencilla, por un
lado habría que terminar con la ley de Entidades Financieras que rige desde la
última dictadura de Videla y Martínez de Hoz ya que la obligación a los bancos
a destinar como mínimo el 5% de sus créditos a inversión para las empresas no
alcanza. Además, modificar la carta orgánica del Banco Central que determina su
autonomía para que este ente deje de estar atado a las leyes del mercado y sometido
a los intereses de los grupos financieros.
Conjuntamente se debe terminar definitivamente con la
convertibilidad que no solo es previa (discontinuamente) a la Ley de
Convertibilidad implementada en 1991, sino que también es posterior al fin de
la rigidez cambiaría (1 a 1) en el 2002.
Para combatir la inflación, como históricamente se ha
demostrado cada vez que un gobierno de tinte nacional toma medidas a favor de
las mayorías, en contraposición a aquellos que piden un ajuste para reducir la
demanda, es necesario lograr la inversión a través de la utilización del ahorro
interno (que termine con la fuga y transferencia de renta al exterior). La
inversión productiva debe generar trabajo, el trabajo debe ser en blanco y
deben haber aportes previsionales. La justicia social es producto del
nacionalismo económico, y la financiación externa debe ser solo el complemento.
Las supuestas inconsistencias del INDEC no son más que
errores de interpretación de la información, para realizar análisis es
necesario evaluar la película y no la foto. Estos medios serios de comunicación son los impetuosos de deseos de
fracaso, que enceguecen y perturban, llevando a conclusiones equívocas a
grandes sectores de la sociedad, principalmente clase media. Es menester de la
dirigencia política dar estas explicaciones, no obstante esperamos habernos
aproximado.
1- http://www.indec.mecon.ar/nuevaweb/cuadros/74/canasta_08_12.pdf
2- http://www.indec.mecon.ar/principal.asp?id_tema=1751
3- Definición de la Real Academia Española RAE
4- Ibíd.
No hay comentarios:
Publicar un comentario