El Gobierno de Piñera anunció, el lunes 23, que el Estado chileno financiará la educación universitaria a partir de una reforma tributaria, en la cual el cien por ciento de lo recaudado se destinaría a la educación.
En un mensaje por cadena nacional, Piñera anunció que “este ajuste al sistema impositivo permitirá concretar los perfeccionamientos en educación, a fin de mejorar su calidad, acceso y financiamiento, para todos los niños y jóvenes, en todos los niveles, preescolar, escolar y superior”.
La idea es aumentar la recaudación tributaria entre unos 700 a 1000 millones de dólares anuales, los cuales irán consignados a la educación. Además anunció que la reforma mejorará la calidad en todos los niveles, brindará cobertura universal a nivel preescolar, establecerá la gratuidad y beneficiará a más de 300 mil niños. Conjuntamente, habría incremento del monto para educación media.
Dio este anuncio un día después de que los estudiantes chilenos salieran a manifestar por las ciudades más importantes del país trasandino por una educación gratuita y de calidad.
¿Qué se pretende hacer en la reforma? Se podría sintetizar así: I) incrementar permanentemente las utilidades de las empresas desde el 17 al 20% (actualmente están incrementadas en un 18,5% por el terremoto sufrido en 2010 y terminaría en 2013); II) rebajar entre un 10 y 15% el impuesto a la renta de las personas; III) “impuestos verdes” a aquellos bienes cuya disposición final afecta negativamente el medio ambiente; IV) se incrementarán los impuestos de licores de mayor graduación, aunque no sé informó cuanto. Esta reforma representaría el 0,3% del PBI chileno.
¿Por qué la reforma? A partir de los sucesos acaecidos el año pasado por las movilizaciones estudiantiles demandando educación gratuita, desde el gobierno tomaron la decisión de financiar a partir del Estado la educación universitaria.
La propuesta formulada por Piñera se sintetiza en 5 puntos1:
1-Creación de una Agencia Pública que administra un sistema único para becas y créditos, no discriminatorio, administrado y financiado por el Estado;
2-Los bancos dejan de proveer los fondos;
3- Crédito entregado a tasa única del 2% anual, con una cuota máxima de 10% de los ingresos (menor si ingresos son muy bajos);
4- Nueva política de becas para estudiantes del 40% más vulnerable;
5- Nueva fórmula de cálculo de arancel de referencia orientado por calidad, pertinencia y efectividad de los programas.
La problemática chilena respecto a educación, en donde los estudiantes deben endeudarse por años para poder financiar su educación, en donde además el dinero queda en manos de bancos privados (teniendo en cuenta que los bancos son extranjeros y giran sus ganancias a sus casas matrices, lo que genera transferencia de renta la exterior), en donde el 50% de los que ingresan terminan sus estudios, cuando sus ingresos promedio mensuales una vez recibidos son menores al sueldo mínimo vigente2, es evidente en cuanto este sistema fue implementado en un momento socio-político a nivel latinoamericano. En Chile era derrocado Salvador Allende, que generó una industrialización en su país y logro nacionalizar el cobre (principal motor de la economía chilena).
Asumió como presidente Augusto Pinochet, quién confió en los llamados chicago boys, economistas neoliberales graduados en la Universidad de Chicago (podríamos decir que su correlato argentino sería Cavallo) para generar el 16% de desocupación, donde el Estado despidió un 30% de su personal y en el cual se privatizó la mayor parte de las empresas estatales3.
La educación no se quedó afuera.
La educación en Argentina, pionera en la gratuidad de la misma, es financiada por el Estado, donde todos colaboramos para que nuestros hermanos, vecinos, conocidos puedan acceder a ella. No podríamos imaginar una educación privada cuando por ya más de un siglo venimos implementando el mismo sistema de financiamiento de esta. La década de los 90 no pudo privatizarla, aunque si generó lucrar con la misma así como con todo, la salud es un ejemplo.
Chile hoy en día está luchando por recuperar la educación. “La reforma tributaria que se nos propone es un reforma muy menor, no una reforma estructural que es lo que los estudiantes plantearon”, dijo el diputado del Partido Socialista, Carlos Montes. “Queremos que la educación sea un derecho garantizado por el Estado. Hoy en Chile existe una educación para ricos y para pobres y esto con la actual reforma se va a mantener”, dijo el dirigente estudiantil Gabriel Boric.
Lo único que se puede rescatar de esta reforma es que en vez de deberle a los privados y estos transfieran la renta al exterior a partir de las cuantiosas ganancias que realizan, se le deberá al Estado y que se reducirán los impuestos a los ciudadanos para que tengas más dinero y asistir a la universidad.
Tal como plantea un clásico, “la capacidad del Estado para cumplir sus funciones es un bien escaso, y por lo tanto, debe ser protegido”. Debemos darle la merecida importancia al redescubrimiento del Estado y de su reconstrucción en los países como el nuestro y no de su desmantelamiento4. No pretendemos que los chilenos sepan esto, sino que vallan por ese camino. Como decía Hernández Arregui, “un país colonial jamás podrá tener una Universidad Nacional”.
Fuentes
1-Ministerio de Educación de Chile, 2012 www.mineduc.cl
2- Análisis y recomendaciones para el sistema de financiamiento estudiantil, Comisión de Financiamiento Estudiantil para la Educación Superior, 2012
3- Wikipedia, Augusto Piochet, Políticas económicas es.wikipedia.org/wiki/Augusto_Pinochet
4- Síntesis del trabajo de Peter Evens: El Estado como problema y como solución, Mauro Aguirre
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