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6 de mayo de 2012

EQUILIBRANDO LA BALANZA COMERCIAL

“Todas las políticas de Estado son intervencionistas. La pregunta por responder es ¿a favor de quién?” Arturo Jauretche.

En un comunicado presentado al Consejo de Mercancías de la Organización Mundial de Comercio (OMC) por el embajador de Estados Unidos ante el organismo, Michael Punke, se critica a la Argentina por restringir arbitrariamente sus importaciones y le advirtieron que podrían tomar represalias. Dicho comunicado fue presentado por EE.UU., la UE en representación de sus 27 miembros y 10 países más.

La nueva normativa impuesta por el Gobierno Nacional que rige desde el 1 de febrero, exige para las importaciones un registro previo, y la revisión y aprobación de cada transacción importante.



Esto se da en el marco de una caída en el superávit comercial y representa una política para equilibrar el comercio. Obliga a compañías importadoras a acordar exportaciones por montos similares a los de sus compras en el exterior, "dólar por dólar" como dijo Punke, o producir en el país.

El mayor interesado en esto es EE.UU. que mantiene un influjo comercial no solo en Argentina, sino también en toda la región. Sólo en el año pasado las exportaciones norteamericanas a América Latina aumentaron 17%, mucho más que en cualquier otra región del mundo. Además Argentina figura en una lista de cinco destinos críticos para los productos estadounidenses. La región le compra el 40% de la producción de EE. UU. (confesó entre otros, el representante comercial estadounidense, Ron Kirk). Para el país equivaldría a 4000 millones de dólares, un aumento del 25% el año pasado.

Computadoras portátiles, electrodomésticos, aires acondicionados, tractores, máquinas y herramientas, automóviles y autopartes, plásticos, productos químicos, neumáticos, juguetes, calzado, textiles, prendas de vestir, maletas, bicicletas y productos de papel estarían viéndose afectados.

En respuesta al documento, el canciller Héctor Timerman declaraba “pretenden que absorbamos la crisis que ellos padecen. Por eso nos vamos a defender” y además celebraba que los países del BRICS no hayan firmado. Se manifiesta de esta manera la presión de los países centrales para desactivar controles comerciales en los países periféricos y así “exportarles” la crisis.

“¿O acaso Argentina puede exportar hacia esos países todo lo que quiere? Todo el mundo hace política comercial. Cuando Estados Unidos tenía excedente financiero, había plata dulce en Argentina, ahora se quieren llevar nuestro excedente financiero y colocar sus mercancías. Vamos a aguantar este embate”, manifestó el canciller Héctor Timerman a un matutino de Buenos Aires.

El perjudicado es EE.UU. por las razones ya dadas, y desea implantar las mismas medidas que podía hacer hace unos años atrás, donde las decisiones de su presidente influían en las políticas internas de los diferentes países periféricos, principalmente. Aún siguen influenciando, pero la crisis que se está viviendo a nivel internacional ha sido tan profunda que ha permitido el impulso de otras economías.

Si bien la política oficial está generando en el corto plazo cuellos de botella, ya que detectan problemas de abastecimiento, la producción nacional creció un 59% entre 2008 y 2011, con una participación que pasó del 39 al 66% en el mercado local, según datos del Ministerio de Industria.

El discurso de un asesor presidencial de EE.UU. coincide con lo que viene registrando el gobierno de Cristina Kirchner. La balanza comercial entre ambos países es favorable a los Estados Unidos. Lo importante es la reacción a determinado problema (o conveniencia según el caso).

Por un lado EE.UU en su condición de país central pretende seguir inundando el mercado con las mercancías que aún sigue produciendo y de ese modo poder apaliar medianamente el fuerte desempleo que sufre y la pérdida de capitalización de sus empresas debido a que el mercado financiero se está trasladando a nuevos horizontes; por otro lado Argentina en su condición de país periférico, y con un gobierno de tinte nacional, pretende defender y alentar la inversión y producción de su incipiente industria.

La medida implementada llega tarde debido a que ahora representaría, aunque por poco tiempo, un cuello de botella para la industria de aquellos productos implicados, porque lo que producían en su momento les alcanzaba para abastecer el mercado, pero con el aumento del poder adquisitivo de los argentinos ha impulsado mayores ventas de los productos, lo que generó un acrecentamiento de las importaciones para abastecer el mercado.

Sin embargo celebramos y defendemos cualquier medida que tenga Argentina para llevar adelante políticas soberanas en materia económica, pero principalmente que dirija la economía en beneficio de la mayoría de los argentinos. 

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