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13 de marzo de 2013

PARO DOCENTE Y REIVINDICACIÓN GREMIAL



Los docentes mendocinos rechazaron el aumento del 26,5% en dos cuotas que les ofrecía el Gobierno este martes 12 de febrero y confirmaron el paro por 72 horas, que se cumplirá desde el miércoles 13 hasta el viernes 15.

Hace unos días, el gobernador Francisco Pérez advirtió la posibilidad de dar un corte al conflicto aumentando por decreto un 22% en tres pagos a los trabajadores de la Educación.


"No nos dejaremos amedrentar. El descuento de los días de paro, la conciliación obligatoria, ahora el aumento por decreto son todas estrategias para presionar a los compañeros. Las repudiamos. Lo que le tiene que quedar en claro a la señora Vollmer (directora general de Escuelas) y al Gobierno es que, si hay decreto, tendrán conflicto con los docentes todo el año", apuntó el secretario del SUTE, Javier Guevara en respuesta a las declaraciones del Gobierno provincial.

La secretaria general del gremio que nuclea a los docentes de escuelas privadas, Sadop, María Elina Escot, ratificó que este sector de la Educación mendocina también se sumará al paro de 72 horas, "estamos en el mismo plan de lucha, el cual ya se acordó en las asambleas pasadas. Con bastante convicción, los trabajadores vamos a participar de esta medida de fuerza", expuso la gremialista.

El gobernador Francisco Pérez marcó su postura con respecto a las paritarias que se llevan adelante en la provincia. Advirtió que "no se pueden hipotecar las cuentas públicas" para llegar al porcentaje de aumento que piden los gremios y pidió que se busquen acuerdos "lo más razonables posibles".

Con este conflicto en ciernes, miles de niños no arrancarán el ciclo lectivo 2013 en tiempo y forma. Sin embargo desde el ejecutivo principalmente, pero también desde el gremio de mayor cantidad de afiliados en la provincia, no han podido generar soluciones al problema de fondo.

Por un lado se plantea un aumento (por demás legítimo) de los sueldos y por otro lado se plantea la falta de recursos para lograr satisfacer las necesidades gremiales.

Uno de los aportes más importantes que dio el sindicalismo a la Argentina fue su programa de La Falda, que luego profundizarán en el programa de Huerta Grande. Ambos en un contexto socio-político muy conflictivo en el país y en donde la lucha política era mucho más visible que en estos tiempos.

Sin embargo, lo fundamental de dichos programas, fueron la claridad política de los dirigentes sindicales que, ante gobiernos adversos y de poco apoyo popular, le ofrecían un programa económico donde no solo reclamaban mejores condiciones laborales (con el peronismo proscripto y Frondizi presidente, asumía este un compromiso de acuerdo en base a una defensa de lo nacional y popular, incluida la devolución de la CGT y la sanción de una ley de asociaciones profesionales que respetara la estructura y principios del sindicalismo nacional), sino también le daban “soluciones” a sus reclamos.

La posibilidad de que la provincia de Mendoza e incluso el Estado Nacional se hagan cargo del proyecto Potasio Río Colorado para reactivarlo asociándose a un grupo inversor internacional tomó cuerpo este martes, mientras Vale adoptaba una decisión que confirma su salida de Argentina.

Un planteo que desde la provincia podrían tener más de un sindicato respecto de dónde sacar dinero para aumentar las arcas provinciales y de esa manera exigir una redistribución de las riquezas, sería sin lugar a dudas los recursos mineros provinciales.

Desde los 90 la explotación minera quedó en manos de las provincias. Esto resultó en que en más de una ocasión, las provincias ahogadas en sus cuentas y sin contar con un plan industrial nacional sino por el contrario contando con los recursos de la Coparticipación Federal, realizaran acuerdos felinos con empresas transnacionales para que realizaran ellas la exploración y explotación, dejando tan solo el 3% de lo adquirido en sus declaraciones en concepto de regalías y algunos impuestos cobrados por las provincias.

Una verdadera reforma del Estado, que modifique las actuales falencias (llámese legislación minera de los 90, ley de entidades financieras de la dictadura cívico-militar) para frenar la constante transferencia de recursos y renta al exterior, pudiendo volcarla a la realización de la economía nacional, podría ser una forma de salir de la coyuntura y de pensar con seriedad y justicia en el largo plazo.

Estos son reclamos de una sociedad cansada de burdas discusiones, donde los grandes medios de comunicación hacen creer que por el aumento de sueldo (por demás decir exagerado) de algunos legisladores se podría pagar el sueldo de una masa asalariada de miles.

Es deber de los dirigentes gremiales plantear soluciones a los problemas salariales, sin caer en las discusiones de ver quién tiene mayores posibilidades de presión.

Constituir un auténtico programa de gobierno, en este caso provincial, claramente con sentido nacional, enmarcado en las grandes banderas históricas del sindicalismo, representaría un verdadero aporte del Movimiento Sindical en su lucha por la Liberación Nacional y Social de nuestra Patria. 

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