“Mientras
el mundo se cae a pedazos, me gusta estar al lado del camino” como diría el
poeta, Europa y Estados Unidos implantan sus planes de ajuste, el sueño
americano se convirtió en una pesadilla de esas de la calle elm, y de pronto el
mundo se siente indignado. En América Latina los países tienen sus crisis, pero
de crecimiento, donde la discusión no brega en tener trabajo lisa y llanamente,
sino en aumentos salariales, en producir más y mejor.
Argentina
no es la excepción. Desde 2003 a la fecha se crearon más de 5.000.000 de
puestos de trabajo, se pago la deuda y el PBI aumento considerablemente. Tiene
problemas de producción, ya que la mayoría de los argentinos consumen más y
seguido. De vivienda, ya que sus sueldos les permiten poder pensar en la casa
propia. De salud, ya que los hospitales de niños particularmente, no son
suficientes para albergar a toda la población infantil, al punto de tener que
crear nuevos centros para su atención, tal es el caso de OSEP en Mendoza. De educación,
y tener que levantar escuelas todas las semanas, etc. Esto es posible porque el
Estado cuenta con una caja suficiente para afrontar estos problemas. Las retenciones,
pero principalmente la ANSES se lo permite.