Tanto ayer como hoy, en un periodo de reorganización mundial
como este, a partir de la crisis del sistema capitalista, es necesario ver como
EE.UU. tenía y aún sigue teniendo la necesidad de atacar algunos países como en
el Oriente Medio para prevalecer como principal potencia.
Ya vimos el caso de Irak en 2002, el de Libia el año pasado,
atacando fundamentalmente a aquellos sectores que tenían grandes reservas de
petróleo, que necesitaban fundamentalmente EE.UU. pero los países centrales en
general para seguir manteniendo la calidad de vida ostentoso llevado hasta el
momento.